jueves, 28 de julio de 2011

Las Herramientas Masónicas y el Liderazgo Masónico


«La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales.»
 El Kybalion.

Los primeros antecedentes del uso de herramientas, es decir, del primer homínido que talló la piedra, fue el Homo Habilis (Hombre Hábil), también conocido como Homo Faber, cuyo significado es “el que fabrica o construye” y que hizo su aparición hace unos 2 millones de años. Esta teoría tiene como base que en un momento determinado de la evolución, dicha especie desarrolló la capacidad de oponer el dedo pulgar a los restantes cuatro, dotándola de una gran habilidad para la construcción y el manejo más complejo de herramientas.

De esta forma, igual que es aceptado que la evolución natural se fundamenta en el principio de que la función o la necesidad creó al órgano, ―y no lo contrario―, algunas especies de los homínidos comenzaron a desarrollar una mayor capacidad cerebral y, probablemente, a intentar manejos y fabricación de herramientas básicas. En consecuencia, comenzaron a adaptarse fisiológicamente a su utilización, y esto, aunado a una mayor inteligencia, pudo ser una circunstancia determinante en la evolución de un antropoide, dando como resultado lo que actualmente somos.

Las herramientas han surgido ―y surgen― por la necesidad de realizar un determinado trabajo o de solucionar algún tipo de problema, lo cual se constata al  echar un vistazo a lo largo de la Historia: el hombre se ha esforzado por concebir y utilizar herramientas y mecanismos cada vez de mayor complejidad para resolver las más diversas dificultades, auxiliándose con ellos en sus tareas y trabajos.
Con el transcurso del tiempo el hombre se va convirtiendo en un Experto, conociendo y dominando su técnica del trabajo ―probablemente también tenga los conocimientos específicos sobre éste―; sin embargo, el Maestro es quien, indudablemente, conoce el manejo de las herramientas y todas las dificultades, secretos y complicaciones de su oficio, estando dispuesto a enseñarlos. En suma, él ha descubierto todo lo que las herramientas pueden aportar a su profesión y cómo hacerlas más fructíferas.
La capacidad para formar a las personas que las utilizarán con destreza, cada uno en su grado y condición ―Aprendices, Compañeros y Maestros―, ha sido trascendental históricamente para del progreso de las distintas civilizaciones; tanto es así, que los pueblos que han sido hábiles en el manejo de herramientas, se han podido defender o atacar con mayor efectividad que otros y, por lo tanto, de sobrevivir.
En  la Masonería, simbólicamente las herramientas del aprendiz son: el Mazo, el Cincel y la Regla de 24 pulgadas.

Cualidades de un buen Líder Masónico


·         Visión de nuestro trabajo y sus resultados. Si nuestra visión es corta, cortos y pobres serán los resultados. La visión sin tarea concibe a un soñador, la tarea sin una visión hace una labor monótona, la visión con una tarea hace que el masón llegue hasta el Arte Real.

·         Disciplina para conquistarnos a nosotros mismos. Antes de derrotar al diablo, debemos derrotarnos a nosotros mismos. Esto lo logramos solamente con disciplina.

·         Valentía de capacidad mental que permite a las personas enfrentar peligros o dificultades con un carácter firme y sin miedo.

·         Humildad es la marca del líder espiritual. El líder masón no se hace para ser servido sino para servir.

·         Decisión. Todo visionario puede ver, el líder decide, el masón domina el Arte Real.

·         Amistad. El Líder Masónico debe tener la facilidad de comprenderse con otras personas y hacer de la amistad una fraternidad.

·         Buen sentido del humor. El Líder Masónico no debe ser extremadamente solemne, pero tampoco un ridículo. Debe guardar la seriedad de su carácter y mantener siempre un buen humor.

·         Integridad. A los masones se les piden varios requisitos, pero la integridad es suplantada por la honradez. Honradez es un valor que cada uno de nosotros debe tener, pero la integridad es algo particular: es la forma de vida limpia de vicio y maldad que nos debe caracterizar; es la pureza en todas las áreas de nuestra vida que conlleva tener un espíritu limpio.
El camino no es fácil, el descubrirse virtuoso y conocerse a sí mismo lleva una gran responsabilidad y compromiso, un ejercicio de aprendizaje continuo, fuerza y voluntad y amor al saber. Ser un Líder Masónico requiere un trabajo alquímico consistente en purificar la materia sutil del alma, exaltar hasta que el trabajo místico llegue a unificarlo con lo divino.

En suma: la Masonería muestra que el hombre es un ser sensible y complejo, que comprende tres planos: el material, el psíquico y el espiritual, siendo lo material el cuerpo físico, lo psíquico la mente, y lo espiritual el movimiento del alma de su Ser. Este es el secreto principal de la Masonería y del Arte Real. Lo físico y lo mental es la evolución del hombre que tiende hacia la perfección para convertirse en un Ser espiritual.



CUALIDADES PLAUSIBLES NECESARIAS EN EL LIDERAZGO



Finalmente, al evaluar la evolución del liderazgo, se pueden perfilar las cualidades de cada personaje a lo largo de la historia, las cuales les permitieron trascender, tal y  como fue el caso de Moisés, con su actitud positiva, su carácter, su disposición a escuchar y su carisma, o de Ptah-hopet con su autodisciplina, su compromiso y su visión de futuro.

Luego de utilizar la técnica de red de unidades lógicas entre capacidades, habilidades y conocimientos, con relación a los hechos que acontecieron en cada momento de la historia, y teniendo como referente las cualidades propuestas por John Maxwell en su libro “The 21 Indispensable qualities of a Leader”, se han identificado y clasificado las cualidades de todos estos líderes. Considero que ellas deben potenciarse en los líderes actuales para mejorar la calidad de vida de las comunidades.

·         Actitud positiva: Enfocar la mente a conseguir lo que quiere para alcanzar el éxito.
·         Autodisciplina: A la conciencia individual la posibilidad de lograr hacer, o dejar de hacer algo.
·         Capacidad de trabajo: Poner en marcha la voluntad individual para ejecutar una acción con respeto hacia el trabajo y la aspiración hacia el progreso.
·         Carácter: Mostrar cualidades en su modo de ser u obrar que la diferencian de las demás
·         Carisma: Poner sus capacidades en las acciones que realiza, de forma que atraiga o fascine.
·         Compromiso: Acordar, contraer y cumplir obligaciones para con la organización y para con los demás.
·         Comunicación: Saber expresarse correctamente y, sobre todo, ser persuasivos en sus argumentos, convincentes en su discurso.
·         Discernimiento: Diferenciar algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas.
·         Enseñabilidad: Transmitir sus conocimientos con la habilidad necesaria para que sean recibidos por el otro.
·         Escucha: Captar no solamente las palabras sino los sentimientos del interlocutor.
·         Focalización: Centrar, concentrar, dirigir su accionar en función de alcanzar un objetivo.
·         Generosidad: Inclinar el ánimo a anteponer el corazón a la utilidad y al interés.
·         Iniciativa: Dar el paso necesario en el accionar para alcanzar lo propuesto.
·         Pasión: Sensibilizar afectivamente, desde el desear y el sentir, las acciones a realizar.
·         Relaciones interpersonales: Ser objetivo e imparcial en las apreciaciones, despojándose de juicios y aceptando a quienes lo rodean tal como son.
·         Responsabilidad: Ser capaz de establecer un compromiso para dar una respuesta positiva o proactiva.
·         Seguridad: Conocer y confiar en sus capacidades para lograr el éxito de un trabajo, una idea o una tarea.
·         Servicial: Complacer y servir a los demás con disposición constante y perpetua sin esperar nada a cambio
·         Solucionar problemas: Utilizar sus habilidades para generar compromiso con las cosas bien hechas, evaluando objetivamente su desarrollo para encontrar la forma de mejorar cada vez más.
·         Valor: Actuar con subsistencia y firmeza en algún acto.
·         Visión de futuro: Ser claros acerca de la dirección de su organización, inspirados en el escenario del futuro deseado que motive a las personas a la excelencia.

El Líder


Es importante tener presente que:

Los líderes se destacan. Por consiguiente,
son un ejemplo a seguir, estableciendo paradigmas de personalidad, congruencia e imagen.

El liderazgo no es un rango, ni representa privilegios, títulos o beneficios:
es responsabilidad y actitud de servicio.

Los verdaderos líderes que he conocido, con los que he trabajado y a los que he observado, tienen un comportamiento muy parecido. Ellos no empiezan con la pregunta: “¿Qué es lo que quiero?” Empiezan preguntando: “¿Qué es necesario hacer?” Para finalmente terminar con: ¿Qué puedo y debo hacer para cambiar la situación?

El líder adquiere ese poder especial que se llama carisma y atracción al atreverse a modificar su estilo de vida cuando:

·         Es crítico ante la situación actual y su deseo de cambio permanente, siendo estos los  ingredientes básicos para lograr la superación.

·         Crea conciencia y compromete a sus hermanos y discípulos con el cambio y la evolución.

·         Se atreve a poner en duda lo tradicional.

·         Identifica el privilegio de servir como una fuente inagotable del poder.

·         Su reconocimiento y actividad es constante y se convierte en un ejemplo para sus hermanos y discípulos.

·         Su presencia, estilo y lenguaje le distinguen en todos los lugares a donde llega.

·         Asume riesgos y está siempre dispuesto al sacrificio personal.

·         Es evaluado y reconocido no por lo que ha logrado, sino por lo que está intentando realizar.

·         Ejerce la creatividad como un proceso de aprendizaje, para conocer y transformar su entorno.

·         Posee una atención excepcional para identificar y crear oportunidades y sabe que la mejor manera de encontrarlas es salir a buscarlas.

·         Ante el fracaso se manifiesta luchando inflexible y ante el éxito, muestra humildad y responsabilidad.

·         Posee una confianza excepcional en lograr metas que a otros les parecen imposibles.

·         Difunde y argumenta en forma apasionadamente sus ideas, presentando sus proyectos con tanta emoción, que contagia de entusiasmo a sus colaboradores.

·         Concatena los valores fundamentales de su actuar y universales con el futuro.

HACEN FALTA LÍDERES


Líder es aquél que sabe a dónde va.
Eduardo Rétiz Licona.




Ninguna sociedad puede funcionar en armonía si ella no cuenta con líderes competentes en todos sus niveles.


El clamor que escuchamos a menudo es que hacen falta líderes. La ausencia de liderazgo o su deficiencia, ya sea en el ámbito social, político, empresarial y familiar, es una de las principales causas del deterioro del bien general. Los verdaderos líderes son aquellos que no sólo son capaces de guiar a otros, sino de aquellos que logran su compromiso entusiasta y decidido, consiguiendo metas que parecieran imposibles pero que son indispensables para este bien general.

En los últimos años el mundo se ha vuelto más competitivo, inestable y exigente, he ahí la crucial importancia del papel del líder. Hoy no solo hay que guiar, es necesario formar y forjar líderes, llevar a cabo una misión o una actividad un poco mejor que en el pasado, ya no es una solución. Se requieren cambios sustanciales para sobrevivir y competir eficazmente en este nuevo entorno. Más cambios requieren más liderazgo, pero sobre todo un liderazgo eficiente.

Dice el Prof. Hugo Landolfi, Director de la Escuela de Filosofía Aplicada para la Excelencia del Ser Humano que: “El hecho de ser líder implica el ayudar a otras personas a encontrar el propio norte de sus vidas y a recorrer el camino para conseguirlo. El liderazgo no tiene nada que ver con conducir ciegamente a las personas en función de la visión del líder, sino en descubrir la visión dentro de cada persona y en ayudarles a recorrer el camino que lleva a ella.”

Hace años que en México se plantea el problema de la ausencia de auténticos líderes en el ámbito democrático ―en realidad nuestro país tiene esta tarea pendiente, especialmente por la religión católica que castra a los niños y adolescentes impidiendo su desarrollo―. Hacen falta liderazgos que se preocupen más por el fondo que por la forma, que inviertan más en las ideas que en la pose, que a los proyectos sociales no le ganen terreno la vanidad individual del gobernante, en suma, que consideren que gobernar debe ser una expresión de compromiso y amor a México.